Iago es el antagonista secundario de la película de Disney de 1992, Aladdin. Apareciendo como un personaje bastante menor en la película original, como el secuaz de Jafar, el rol de Iago se expande significativamente sobre el transcurso de la franquicia, su rol más notable es en la secuela directa a vídeo de 1994, The Return of Jafar, en donde Iago actúa como el protagonista, reformado y unido a Aladdin y Jasmine como un antihéroe.
Iago ayuda a Jafar con sus planes malignos y conspiraciones contra el Sultán. Odia al viejo rey ya que de cariño le obsequia galletas, cosa que al loro le choca.
Generalmente Iago trata de pasar desapercibido frente al Sultán y la Princesa Jasmín, y se porta como cualquier otro loro, repitiendo todo lo que dice Jafar. El día que pierden La Lámpara Mágica Iago le da la idea a Jafar de desposar a Jasmine y de esa manera subir al trono.
Cuando Jafar descubre que el príncipe Alí tenia la lámpara, manda a su fiel loro a robarla. Iago imita la voz de Jasmin y se lleva la lampara riendo maliciosamente. Esa tarde el reino estaba en manos de Jafar.
Iago estuvo una noche como príncipe en el palacio, porque Aladdin no tardaría en llegar y arruinarlo todo, y Abú fue quien se encargó de silenciar al pajarraco desquiciado para que no cantara la presencia del intruso.
Finalmente Jafar, transformado en el genio más poderoso del universo, es encerrado en su lámpara, y antes de ello, Iago intenta escapar: es agarrado por el genio y ambos quedan atrapados.
Finalmente, después de estar tiempo enterrado con Jafar, Iago escapa del desierto y antes se deshace de la lámpara de Jafar diciéndole que él era inútil sin su ayuda. Intenta convencer a Aladdin de que le deje entrar a palacio, y este le ataca, pero luego de que el loro le salva la vida del ladrón Abis Mal, Aladdin decide que merece un juicio justo.
Al y Jasmin tienen una pelea porque él le oculta a Iago, el día del anuncio de promoción de Aladdin a Vissir real. Más tarde el Genio convence a Iago de ayudar a reconciliarse a los dos enamorados. Le dice que será una trampa pues según Iago, el ayudar a la gente no va con su personalidad.
Más tarde en palacio, Iago se había ganado el cariño de Jasmin, el genio, la Alfombra e incluso de Aladdin, cuando apareció Jafar, liberado por Abis Mal. Jafar le ordenó a Iago llevar a Aladdin a una trampa tendida por él, y aunque el loro no lo quisiera, terminó llevando al Sultán y Aladdin a una trampa mortal, traicionándolos. Abu y el genio fueron capturados antes.
Jafar llamó a Iago "un villano de corazón" justo antes de ir a despedirse de Aladdin, quien iba a ser ejecutado, por el supuesto asesinato del sultán, encubierto por Jafar, quien se había convertido en Jasmin y había afirmado la culpabilidad de Al.
Con un enorme complejo de culpa, Iago rompe la esfera de cristal que encerraba al genio, e inmediatamente este salva a Aladdin de ser decapitado. Al principio Aladdin hechiza a Iago, justo hasta el momento donde Jasmin le cuenta que fue el quien los liberó, después Iago afirma que ya había hecho suficiente y se marcha, diciendo que no les debía nada.
Iago regresa a salvar a Aladdin, aproximándose a la lámpara de Jafar, quien lanzándole un rayo de luz, lo derrumba, justo sobre el borde de la isla de roca. Iago empuja la lámpara que al caer al fuego, es la que destruye finalmente a Jafar.
Ese día Iago se hizo miembro de la realeza, (esperando ser el nuevo asistente del Vissir, y después ser el Vissir y así ascender al poder) y ya que Al rechazó el puesto de sultán, el pájaro tuvo bastante tiempo para quejarse de su fortuna.
Aladdin y Jasmin van a casarse, así que Iago está pendiente, obviamente de los regalos. Cuando los 40 Ladrones y su rey (Cassim) atacan el palacio, Iago defiende sus "regalos" amenazando al rey de los ladrones, el rey dice:
-Pajarito, ¿el pajarito quiere una...?-
-¡Di galleta y te rompo la maceta!!!-
Iago termina encerrado en una jarra de cerámica, de la que luego escapa gracias a Aladdin.
Cuando encuentran al Oráculo, Iago interfiere haciéndole preguntas codiciosas sobre el tesoro de Midas, pero Aladdin lo usa para encontrar a su padre; el Oráculo le dijo que era prisionero de los 40 ladrones.
Iago acompaña junto con Abu y la alfombra a Aladdin a la guarida de los 40 ladrones. Cuando la puerta se cierra la cola del loro son agarradas por las rocas. Cuando Aladdin descubre que su padre es el rey de los ladrones, él, Iago y Abu son tomados prisioneros, y después del desafío contra Sa'luk, se convierten en miembros del clan.
Iago, entabla una relación amistosa con el rey y padre de Aladdin, Cassim, le propone encontrar junto al el tesoro y repartírselo en partes iguales. Con el tiempo estos dos se convierten en aliados y terminan en prisión gracias a que intentarían robar el tesoro del sultán, además que Aladdin empezaba a confiar en su padre.
Al decide liberarlos disfrazándose del rey de los ladrones, y le dice a su padre que deje el reino, además le pide a Iago que se vaya con él. Cassim había logrado robar el Oráculo.
Cuando Cassim y Iago llegan a la guarida, Sa'luk era el nuevo líder, y los ladrones acabaron traicionando y capturando a su anterior líder, junto con el pájaro que le seguía... no obstante Iago logra escapar y alertarle a Aladdin sobre el peligro que corría su padre.
Cuando Aladdin y Jasmin al fin contraen matrimonio, Iago decide huir con Cassim ya que decía que todo seria demasiado aburrido para su gusto ya que eran esposos. En la última escena se les ve, juntos adentrándose en el desierto de Ágrabah.
En la serie Iago es mucho más desesperante que nunca, además que sufre en las aventuras de sus nuevos amigos. Es atacado por muchos enemigos como Mozenrath, Abis Mal, Mecanicles, Mirage, entre más.
Iago se hace amigo de Thundra, un pájaro con aspecto de pavo real y reina de la lluvia.
Al final parece que estos dos entablan una relación amorosa.
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